La extensión del canon
22 de Enero de 2004
Dada la voracidad recaudatoria de la SGAE, era inevitable que se plantearan alternativas, una vez logrado el objetivo de gravar los discos vírgenes con su impuesto privado. La empleada encargada de recaudarlo declaró que estaban trabajando para poder implantar un impuesto similar a los discos duros, aunque, tranquilizadora ella, nos aseguró que el feliz acontecimiento no tendría lugar hasta el verano, como pronto. Hoy, tras las críticas, parecen haber reculado. Dudo mucho que no vuelvan a la carga.
No obstante, los informes jurídicos de esa magna institución parecen haber descartado otra posibilidad, aterradora, que pendía sobre nuestras cabezas desde hace tiempo. Es el canon por las conexiones de banda ancha, ya bastante caras de por sí. Al parecer la ley permite aplicar el impuesto a todo soporte que "todo soporte que permita la grabación de datos e información sujeta a derechos" y la conexión a Internet lo transmite, pero no lo almacena.
Lo malo es que los discos duros no son, ni mucho menos, el único "soporte" con esas características. Dentro de poco –si es que no sucede ya y yo no estoy muy enterado– móviles y agendas electrónicas pagarán canon, pues se podrá almacenar en ellos información sujeta a derechos de autor. Los primeros, con más razón. Es indignante que Ramoncín no cobre por la estruendosa cantidad de personas que utilizan sus "Litros de alcohol" como melodía en su teléfono móvil. Habrá que acompañarlo cuando se manifieste para protestar por esta injusticia en nuestras calles. ¿No?
Opinión de Daniel Rodríguez Herrera editor de Programación en castellano. para Libertad Digital