La Red, cabeza de turco de la crisis musical
Un estudio realizado por investigadores de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte concluye que la descarga de música en Internet no ha dañado los niveles de venta de cedés. "La mayoría de personas que utilizan los sistemas de intercambio de archivos de la Red no habrían comprado el álbum incluso si no existieran estos nuevos métodos de acceso y disfrute de la información; además, según nuestros cálculos, 5.000 descargas de un disco suponen sólo que se deje de vender un compacto", argumentan los expertos. Al fin parece que nos damos cuenta de que los sistemas P2P y, en otro sentido, los `top manta´, son las cabezas de turco de una industria, la discográfica, incapaz de asumir como propios los errores que han motivado una honda crisis de casi imposible resolución.
La cuestión es compleja, pero el análisis de la $$$$ siempre ha resultado deficiente, demagogo y enemigo de la verdad. Las ventas de discos no han bajado porque un buen puñado de inmigrantes desplieguen una manta en una calle o porque los ávidos internautas se pasen las horas muertas descargando música de sus computadoras como antes lo hacían frente a su doble pletina, no; el mercado se acerca a la bancarrota, como evidencia el reciente despido de EMI del 20% de sus artistas y 1.500 empleados, porque las discográficas han fomentado un consumo casual de la música, basado en ídolos efímeros, con pies de barro, productos de temporada... La ausencia casi absoluta de un compromiso emocional en el actual proceso de audición musical es la auténtica culpable de que haya más usuarios de música que melómanos. Maldita concepción utilitarista...
Víctor A. Gómez La Opinión de Málaga
NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-
Nosotros vemos $$$$ donde pone $$$$, porque utilizamos IGNORER
PARTICIPA EN LA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs

...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.