¿Todo vale en este negocio? ....¿Hasta la xenofobia?. Hace dos meses la SGAE calificaba de frívola a CCOO, hoy criminalizan a los inmigrantes. ¿Dónde tienen el límite estos señores para el negocio?

En el espacio que ocupa la contraportada del nuevo disco titulado "No a la piratería" la SGAE ha conseguido el triste récord de cuestionar a casi toda esta sociedad. Quedando ellos como los únicos que se salvan de la quema

Cuando CCOO decidió junto a otras organizaciones criticar la imposición del injusto, arbitrario, indiscriminado e ilegal canon para soportes Cds y Dvds, la SGAE nos tildó de frívolos. Otras entidades como la Asociación de Internautas, Partido Popular, Izquierda Unida, Defensor del Pueblo, Gobierno Extremeño, también tuvieron su rapapolvo por poner en duda su buen hacer.

Ahora en la mencionada contraportada les ha tocado el turno a la justicia por su permisividad, a la policía por su tibieza, a la política por su ineficacia.

No se quedan aquí frases como "Los inmigrantes ya saben que España es un chollo, pueden vender en la calle y no les pasará nada. Cada vez vienen más" creemos que sobrepasan el listón y que se merecen una contestación en regla.

CC.OO. ha dejado siempre muy claro que ha sido y es firme defensor de los legítimos derechos de autor, rechaza la piratería y está muy atenta al desarrollo de la Ley de Propiedad Intelectual, al igual que las organizaciones antes mencionadas. Pero también rechaza la xenofobia y el insulto.

Esperamos que estas afirmaciones no les salgan gratis a estos señores y que se les diga alto y claro que el negocio no justifica los medios.

Esta es la contraportada

Reproducido de COMFIA - CCOO

NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-

Nosotros vemos $$$$ donde pone SGAE, porque utilizamos IGNORER

FONDO DE RESITENCIA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs

PARTICIPA EN LA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs



...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.